REVOLUCION INDUSTRIAL Y CAPITALISMO
La Revolución Industrial marca la aparición del Capitalismo Industrial, es decir la utilización de capitales no solamente en el comercio y la agricultura, sino sobre todo en el desarrollo de las actividades industriales . El desarrollo del sistema capitalista ha implicado un gran crecimiento del conjunto de las actividades económicas.
Podemos definir al capitalismo de las siguientes maneras:
Como un sistema de organización
económica caracterizada por la propiedad privada de los medios de producción y
la utilización del trabajo asalariado. El capitalismo es un sistema de
organización económica descentralizado en el que el principio de máximo beneficio
o lucro es el norte y guía de todas las decisiones económicas. En este sistema
las empresas compiten por las ganancias y los precios se establecen según la
ley de la oferta y la demanda.
Capitalismo Financiero Monopólico
En la segunda mitad del Siglo XIX el
mundo industrializado entró en una nueva etapa de desarrollo económico a la que
correspondería una nueva forma de capitalismo (FINANCIERO Y MONOPOLICO). El
período comprendido entre 1870 y 1914 se caracterizó tanto por un notable crecimiento
de la industria como por una marcada tendencia a la concentración de las
empresas y capitales.
La industria a medida que iba
introduciendo la ciencia y la nueva tecnología en sus operaciones era capaz de
generar, cada vez mayores volúmenes de producción. Esto provocó nuevas
necesidades. Por un lado cantidades crecientes de capital para pagar
maquinarias cada vez más sofisticadas, materia prima, investigación tecnológica
y mano de obra especializada. Por otro
lado la búsqueda de nuevos mercados para extraer mayor cantidad de materias
primas, colocar productos manufacturados y capitales excedentes. Surgen así las
derivaciones lógicas de la segunda fase de la Revolución Industrial: el capitalismo financiero y monopólico y
el fenómeno del Imperialismo.
El capitalismo
europeo desde la segunda mitad del siglo XIX se convirtió en prestamista
de un pequeño número de países, especialmente en América Latina, los
cuales se endeudaban en el extranjero para invertir en ferrocarriles u otros
servicios públicos, necesarios para su propio desarrollo económico, que
consistía en exportar materias primas e importar bienes manufacturados.
Primero la
ventaja la tuvieron los bancos ingleses, luego se sumarán los franceses,
alemanes y después de la Primera Guerra Mundial, serán los bancos de Estados
Unidos quienes lleven la ventaja.
Las empresas
capitalistas tuvieron tanto poder en los países donde se instalaron que se
transformaron en "verdaderos estados dentro del Estado", y en muchas
ocasiones imponían condiciones a los gobiernos de dichos países.

El capital bancario se invirtió en cualquier actividad que diera ganancias, trasformando las finanzas en el eje de la economía contemporánea.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario