CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO
Consecuencias económicas
La
economía se “globalizó” penetrando las técnicas, organización y productos a
todos los rincones del planeta. Paradójicamente, cuanto más unificado y
globalizado se hallaba la economía más se acentuaban las divisiones en el mundo
entre países DESARROLLADOS
(altamente tecnificados y exportadores de productos manufacturados) y países SUBDESARROLLADOS (especializados
en la producción de materias primas con mano de obra barata y escasa
tecnificación).
La expansión imperialista permitió a las potencias colonizadoras continuar su crecimiento económico. Las metrópolis se aprovisionaron de materias primas en las colonias, a cambio les vendieron a estas últimas sus manufacturas y obtuvieron enormes beneficios con la construcción de ferrocarriles, carreteras, puertos y canales en África, Asia y América. También se beneficiaron las potencias imperialistas con la explotación de plantaciones (café, cacao, caña de azúcar, algodón). Por su parte las regiones colonizadas vieron como indígenas y campesinos fueron desposeídos de sus tierras por las compañías privadas y los artesanos locales ya no pudieron competir con los productos provenientes de Europa.
La opa.
Consecuencias Políticas.
El Imperialismo introdujo en las zonas colonizadas la "civilización europea": las bases de una administración "moderna" y un modelo de organización política desconocida para aquellos pueblos colonizados. Del mismo modo los Imperios trazaron nuevas fronteras en las zonas colonizadas sin tener en cuenta diferencias tribales, lingüísticas o religiosas entre las poblaciones. las potencias imperialistas en su afán por extender sus imperios se lanzaron a una "carrera": la conquista universal. El nacionalismo exaltó los valores patrióticos y militaristas: la formación de grandes ejércitos y los desfiles militares sirvieron para convencer a las masas de que la conquista universal era posible.
Consecuencias sociales:
La burguesía europea se instala en Europa en los niveles mas altos de la escala social, mientras el proletariado (obreros) se ven marginados, incluso desde el punto de vista territorial siendo que fueron confinados en barrios separados.
Con respecto a este punto trabajamos en clase con la lectura de un texto de Charles Dickens, de su obra "Oliver Twist" escrita en 1854
“Era
una ciudad de ladrillo rojo, es decir, de ladrillo que había sido rojo si el
humo y la ceniza se lo hubiesen consentido; como
no era así, la ciudad tenía un extraño color rojinegro. Era una ciudad de
máquinas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de
humo que no acababan nunca de desenroscarse, a pesar de salir y salir sin
interrupción. Pasaban por la ciudad un negro canal y un río de aguas teñidas de
púrpura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios llenos de
ventanas, y en cuyo interior resonaba todo el día un continuo traqueteo y
temblor y en el que el émbolo de la máquina de vapor subía y bajaba con
monotonía, lo mismo que la cabeza de un elefante enloquecido de melancolía.
Contenía la ciudad varias calles anchas, todas muy parecidas, además de muchas
calles estrechas que se parecían entre sí todavía más que las grandes; estaban
habitadas por gentes que también se parecían entre sí, que entraban y salían de
sus casas a idénticas horas, levantando en el suelo idéntico ruido de pasos,
que se encaminaban hacia idéntica ocupación y para las que cada día era
idéntico al de ayer y al de mañana y cada año era una repetición del anterior y
del siguiente."
También en clase pudimos observar algunas imágenes que nos ayudaron a hacernos una idea de como era para un obrero la vida en las metrópolis europeas
Niños fotografiados en su trabajo en las minas.
Niños trabajando en la industria textil.
Por su parte fuera de las metrópolis europeas se extiende la concepción que considera a los pueblos NO europeos como inferiores y destinados a servir a los blancos, portadores de una cultura y civilización supuestamente superiores. En clase manejamos el caso del Congo, colonizado por Bélgica. Leopoldo II de Bélgica convirtió al Congo en una gigantesca
empresa en la que los beneficios estaban por encima del bienestar o la vida de
sus trabajadores. Aunque los datos no son fiables, se estima que antes de la
llegada del hombre blanco el territorio del Estado Libre del Congo albergaba unos
veinte millones de habitantes. Un censo de 1911 bajó esta cifra hasta ocho
millones y medio, el resto había sido asesinada, muerto de hambre o huido del
país.
Aquí tenemos algunas recomendaciones de Leopoldo II de Bélgica:
"¿Se puede aplicar el libre intercambio y el libre trabajo
en las regiones dónde la Civilización no ha penetrado todavía? ¡No! Pararían el
trabajo. En estas regiones es necesario el trabajo forzado. La explotación del
sistema colonial es el ejercicio de una industria que consiste en dos
operaciones:
1.- Procurar a las poblaciones indígenas la seguridad de la
propiedad. El provecho de esta operación da como resultado el impuesto.
2.- Procurar a las poblaciones indígenas el habito del trabajo.
Esta operación se reduce a quitar a los indígenas lo suficiente como para
obligarlos a trabajar para vivir: el provecho es inmediato." Leopoldo
II de Bélgica, 1865
También leímos en clase algunos testimonios como los de Roger Casement, quien realizó un informe de la situación del Congo en el año 1904
“…el arresto y retención de mujeres para obligar a las
aldeas a aportar productos y trabajadores", así como el dar muerte a los
que no entregaban caucho suficiente, o azotar con un chicote (látigo de
piel de hipopótamo) a los esclavos hasta destrozarlos. El ensañamiento más frecuente
consistía en amputar extremidades a los obreros en presencia de sus
parientes.". CASEMENT, Roger Informe sobre la situación del Congo
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