lunes, 15 de mayo de 2017


CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO
 
 
Consecuencias económicas
 
 
La economía se “globalizó” penetrando las técnicas, organización y productos a todos los rincones del planeta. Paradójicamente, cuanto más unificado y globalizado se hallaba la economía más se acentuaban las divisiones en el mundo entre países DESARROLLADOS (altamente tecnificados y exportadores de productos manufacturados) y países SUBDESARROLLADOS (especializados en la producción de materias primas con mano de obra barata y escasa tecnificación).
La expansión imperialista permitió a las potencias colonizadoras continuar su crecimiento económico. Las metrópolis se aprovisionaron de materias primas en las colonias, a cambio les vendieron a estas últimas sus manufacturas y obtuvieron enormes beneficios con la construcción de ferrocarriles, carreteras, puertos y canales en África, Asia y América. También se beneficiaron las potencias imperialistas con la explotación de plantaciones (café, cacao, caña de azúcar, algodón). Por su parte las regiones colonizadas vieron como indígenas y campesinos fueron desposeídos de sus tierras por las compañías privadas y los artesanos locales ya no pudieron competir con los productos provenientes de Europa.
La opa.
Consecuencias Políticas.
 
El Imperialismo introdujo en las zonas colonizadas la "civilización europea": las bases de una administración "moderna" y un modelo de organización política desconocida para aquellos pueblos colonizados.  Del mismo modo los Imperios trazaron nuevas fronteras en las zonas colonizadas sin tener en cuenta diferencias tribales, lingüísticas o religiosas entre las poblaciones. las potencias imperialistas en su afán por extender sus imperios se lanzaron a una "carrera": la conquista universal. El nacionalismo exaltó los valores patrióticos y militaristas: la formación de grandes ejércitos y los desfiles militares sirvieron para convencer a las masas de que la conquista universal era posible.
 
 
Consecuencias sociales:
 
La burguesía europea se instala en Europa en los niveles mas altos de la escala social, mientras el proletariado (obreros) se ven marginados, incluso desde el punto de vista territorial siendo que fueron confinados en barrios separados.
 
Con respecto a este punto trabajamos en clase con la lectura de un texto de Charles Dickens, de su obra "Oliver Twist" escrita en 1854
 
 
“Era una ciudad de ladrillo rojo, es decir, de ladrillo que había sido rojo si el humo y la ceniza se lo hubiesen consentido; como no era así, la ciudad tenía un extraño color rojinegro. Era una ciudad de máquinas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de humo que no acababan nunca de desenroscarse, a pesar de salir y salir sin interrupción. Pasaban por la ciudad un negro canal y un río de aguas teñidas de púrpura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios llenos de ventanas, y en cuyo interior resonaba todo el día un continuo traqueteo y temblor y en el que el émbolo de la máquina de vapor subía y bajaba con monotonía, lo mismo que la cabeza de un elefante enloquecido de melancolía. Contenía la ciudad varias calles anchas, todas muy parecidas, además de muchas calles estrechas que se parecían entre sí todavía más que las grandes; estaban habitadas por gentes que también se parecían entre sí, que entraban y salían de sus casas a idénticas horas, levantando en el suelo idéntico ruido de pasos, que se encaminaban hacia idéntica ocupación y para las que cada día era idéntico al de ayer y al de mañana y cada año era una repetición del anterior y del siguiente."
 
También en clase pudimos observar algunas imágenes que nos ayudaron a hacernos una idea de como era para un obrero la vida en las metrópolis europeas
 
 Fotografía de casas de obreros

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Niños fotografiados en su trabajo en las minas.
 

Niños trabajando en la industria textil.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Por su parte fuera de las metrópolis europeas se extiende la concepción que considera a los pueblos NO europeos como inferiores y destinados a servir a los blancos, portadores de una cultura y civilización supuestamente superiores. En clase manejamos el caso del Congo, colonizado por Bélgica.  Leopoldo II de Bélgica convirtió al Congo en una gigantesca empresa en la que los beneficios estaban por encima del bienestar o la vida de sus trabajadores. Aunque los datos no son fiables, se estima que antes de la llegada del hombre blanco el territorio del Estado Libre del Congo albergaba unos veinte millones de habitantes. Un censo de 1911 bajó esta cifra hasta ocho millones y medio, el resto había sido asesinada, muerto de hambre o huido del país.
Aquí tenemos algunas recomendaciones de Leopoldo II de Bélgica:
"¿Se puede aplicar el libre intercambio y el libre trabajo en las regiones dónde la Civilización no ha penetrado todavía? ¡No! Pararían el trabajo. En estas regiones es necesario el trabajo forzado. La explotación del sistema colonial es el ejercicio de una industria que consiste en dos operaciones:
1.- Procurar a las poblaciones indígenas la seguridad de la propiedad. El provecho de esta operación da como resultado el impuesto.
2.- Procurar a las poblaciones indígenas el habito del trabajo. Esta operación se reduce a quitar a los indígenas lo suficiente como para obligarlos a trabajar para vivir: el provecho es inmediato."        Leopoldo II de Bélgica, 1865
 
 
También leímos en clase algunos testimonios como los de Roger Casement, quien realizó un informe de la situación del Congo en el año 1904
 
“…el arresto y retención de mujeres para obligar a las aldeas a aportar productos y trabajadores", así como el dar muerte a los que no entregaban caucho suficiente, o azotar con un chicote (látigo de piel de hipopótamo) a los esclavos hasta destrozarlos. El ensañamiento más frecuente consistía en amputar extremidades a los obreros en presencia de sus parientes.". CASEMENT, Roger Informe sobre la situación del Congo
 
 
 
 
 
 

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